De los 119 barcos que participan en la Rolex Middle Sea Race, solo dos participan bajo pabellón español, aunque solo uno de ellos puede considerarse realmente «español», ya que el favorito para ganar la regata, el Leopard 3 –un impresionante Farr 100 de 30,48 metros de eslora– está tripulado y es propiedad de armadores extranjeros. El otro barco español es un Nautor Swan de 45 pies, el Urbania, que está patroneado por dos empresarios inmobiliarios españoles, Tito Moure –administrador de Inmogestión Balear– y Tomás Gasset, CEO de Urbania, que es la firma que patrocina la embarcación.
Moure (Barcelona, 1961) lleva participando en regatas desde los 17 años. Patroneando el ‘Smerit’ –bautizado como Urbania en esta competición– ganó a finales del pasado mes de mayo la cuadragésimo novena edición del Trofeo de Vela Conde de Godó, en la categoría ORC A-Dos, y ha ganado en varias ocasiones la Mare Nostrum, la principal regata de altura que se celebra en aguas españolas del Mediterráneo, con una distancia del entorno de las 500 millas náuticas.
En esta ocasión Moure lleva de táctico a Iñaki Castañer, «ocho veces campeón del mundo», como nos explica Moure en el muelle del Real Club de Yates de Malta, a pocas horas de empezar la regata. «Es uno de los patrones más prestigiosos de España y contamos con una excelente tripulación, formada por malagueños y barceloneses y un argentino ‘adoptado’ que vive y trabaja en Tarragona».
Mientras en España el tiempo no acompaña en aguas del Mar Medio el clima es soleado. Sin embargo estas no son las condiciones mejores para la navegación. «Normalmente las condiciones climatológicas aquí son muy muy duras. Sin embargo, este año las previsiones son de que va a ser muy poco viento; confiamos en que no haya más calma de la cuenta –explica Moure–.
«Depende del viento que nos encontremos podemos tardar entre tres días y medio y cinco; pero me temo que en esta ocasión van a ser cinco. Afortunadamente, nuestro barco es un Swan 45 que es uno de los barcos más acertados que ha hecho Swan nunca. Es bueno en todos los rumbos. Es muy competitivo y ciñe muy bien, y aunque aquí hay barcos mucho más modernos y mucho más rápidos con viento fuerte de popa, las condiciones de viento flojo nos vienen más o menos bien para las características del barco».
Moure asegura que el nivel de competición es tremendo. «Aquí hay 120 barcos superbien preparados que vienen de todos los rincones del mundo. Esta es la regata de altura más prestigiosa del Mediterráneo y una de las principales del mundo. Es una de esas regatas que hay que intentar hacer al menos una vez en la vida».
El armador español asegura que su barco no es el favorito. Para él los favoritos son «el Elusive 2, que es un barco de nuestras mismas dimensiones, un Beneteau First 45, que ha ganado esta regata en dos ocasiones. También está el último ganador de la Copa del Rey, el Red Bandit, un TP52; también está el Arobas y los JPK, que son más pequeños pero que alcanzan unas velocidades tremendas. Está el Furiosa, un Cookson 50 y, para acabar, está el barco más grande, el Leopard 3, de 100 pies. Sin embargo los que van a entrar primero en meta y los que van a ganar en tiempo real son los grandes trimaranes, que esos están en otra división». Moure, que compite para el club de vela Blanes, afirma que esta competición “es modélica y deberían tomarla como ejemplo en otros clubes y federaciones».
«En España hay muchas regatas pero las más potentes están todas en Palma de Mallorca. El año que viene el Reial Club Nàutic de Barcelona organizará el mundial de ORC, que será un campeonato muy importante y esperamos que el PalmaVela, una competición con pocas ediciones, que se celebra en mayo, pase a ser una de las regatas de altura más importantes del Mediterráneo. Empezó hace dos años y la progresión es muy buena pero todavía está lejos de esta; sin embargo, nuestro campo de regatas de Mallorca y las islas Baleares es impresionante: el sitio bueno lo tenemos».