Desde 2013, Pierfrancesco Vago (Milán, 1961) es presidente ejecutivo de MSC Cruises, la tercera compañía de cruceros del mundo y la de mayor crecimiento. Sigue siendo una empresa 100% familiar, como también lo es su matriz, MSC Cargo, fundada en 1970 por su suegro Gianluigi Aponte (Sant’Agnello, 1940) con un único barco de carga, el Rafaela, nombre de su esposa. Hoy opera 730 portacontenedores que llegan a 520 puertos de 155 países.
Con el músculo del negocio de carga marítima, la familia Aponte-Vago entró en el mercado del pasaje con operadoras de ferrys como GNV y SNAV, aunque su marca más famosa es MSC Cruises, que opera 21 buques de turismo por todo el mundo. Actualmente tiene cuatro más en construcción y en 2023 lanza una naviera de viajes de lujo con media docena de barcos: Explora Journeys.
Hablamos con este economista y filántropo, enamorado del mar, los barcos, la tecnología, la naturaleza y su familia, con la que trabaja codo con codo. El encuentro es en el muelle 88 de Manhattan, sobre el rio Hudson, a bordo del MSC Seascape, a pocas horas de su bautizo, amadrinado por su esposa, Alexa Aponte Vago, que sustituye a Sophia Loren, madrina de prácticamente toda la flota.
PREGUNTA. Con este que se bautiza en Nueva York, su naviera ya tiene 21 barcos. ¿Va a seguir creciendo? ¿Dónde hay un límite para su empresa?
RESPUESTA. Nos queda mucho por hacer en el mundo de los cruceros. Piense que la penetración de este sector es de un 6% en Europa y en el caso de España todavía estamos en cifras del 4% en relación con todos los productos turísticos. Sabemos que hay un margen de recorrido muy importante y de aquí a 2025 vamos a sumar cuatro buques más a nuestra flota.
Seguimos creciendo, modernizando este tipo de turismo y consolidando nuevos mercados emergentes. Por ejemplo, este 2022 también hemos bautizado el MSC World Europa en Qatar y lo hemos tenido allí unas semanas junto a otros dos buques más que han reforzado la planta hotelera de ese país. Ha sido un gran éxito en colaboración con la aerolínea y las autoridades locales.
P. Estamos en Manhattan inaugurando un barco y no en Miami, que es la capital mundial del sector. ¿Abriendo nuevos puertos y mercados?
R. Es ilusionante estar en Nueva York y más aún en los muelles a los que llegaban los transatlánticos de línea regular desde Europa, para presentar un nuevo barco de una compañía europea. En Estados Unidos ir de crucero es una opción mucho más frecuente que en otras partes del mundo.
Es el primer mercado mundial y tenemos que estar aun más aquí. Desde hace muchos años basamos en Florida y el Caribe entre uno y dos barcos. Ahora vamos a tener cinco de nuestros buques destinados a este mercado. Nuestro producto está maduro, al publico estadounidense le está gustando viajar con nosotros por la manera en que se percibe el viaje y muchos europeos también están conociendo el Caribe con nosotros.
P. De ahí que estén detrás de la construcción de una enorme terminal en Miami…
R. Es verdad: no solo estamos construyendo barcos en astilleros de Francia e Italia, sino que también levantamos terminales propias en puertos clave. Eso es muy importante para la experiencia del viajero: la de Miami está quedando fabulosa. La vamos abriendo por fases y la remataremos en 2024. Todo el proyecto en ese puerto suma una inversión de 350 millones de euros.
P. ¡Y ahora tiene una isla en Bahamas! Hábleme de ella.
R. Le cuento: en nuestros cruceros por el Caribe desde Florida estábamos buscando algo especial que ofrecer a nuestros huéspedes. Un incentivo extra más allá de los destinos interesantes en los que hacemos escala. En 2015 pusimos nuestros ojos en un islote que desde los años 60 se había usado como lugar de extracción de arena con fines industriales y que después se abandonó.
Había mucho por hacer para recuperarla, así que retiramos 7.500 toneladas de metales y rocas y luego plantamos 75.000 árboles y arbustos de 60 especies diferentes para que el lugar dejase de ser una cantera arrasada. La inversión para convertirla en lo que queríamos formó parte de los 9.000 millones de euros que estamos dedicando para nuestros nuevos proyectos, entre ellos la construcción de once barcos entre 2017 y 2026.
P. Y convirtió una isla en lugar de ocio para sus pasajeros…
R. Cierto, Ocean Cay es un lugar bonito y donde la gente disfruta, aunque nosotros, como empresa familiar que siempre hemos estado ligados al mar, quisimos que este lugar no fuese un mero resort a 100 kilómetros de Miami, en el occidente de Bahamas. Al gobierno de esta Mancomunidad le presentamos un proyecto para crear reserva marina en el que hemos implicado a decenas de científicos, biólogos y otros especialistas en regeneración de ecosistemas.
Llevó tiempo: evaluamos unas 800 colonias de coral, identificamos casi 90 especies de peces, implementamos el programa Super Coral para trabajar específicamente en los arrecifes. Y luego la naturaleza hizo el resto. Es un pequeño paraíso nartural y estamos muy, muy orgullosos de haberlo conseguido.
P. ¿Y qué más le enorgullece?
R. Hay cosas que son puramente de negocio, como ser la compañía de cruceros que más crece, nuestra posición cada vez más fuerte en esta industria, ser innovadores, tener y trasmitir unos fuertes valores medioambiental y, por ejemplo, haber sido la primera naviera que volvió a navegar tras el cierre mundial de fronteras y viajes en 2020. Nos asesoramos muy bien, hicimos un protocolo sanitario y arrancamos que fue un ejemplo para el resto de compañías. Fue muy satisfactorio también ver como 17.000 tripulantes regresaban a los barcos progresivamente.
También estamos muy contentos con la fundación MSC y los proyectos que tenemos en campos como la conservación medioambiental, apoyo a comunidades vulnerables, la educación e intervención inmediata en casos de desastres naturales gracias a ser un grupo que toca todas las teclas en el transporte. Hemos apoyado a Guinea, el Congo, Camerún, en el colapso del puente de Génova, en Brasil, en Haiti… y hasta en La Palma, dando apoyo a la Cruz Roja durante la erupción del volcán.
P. Leyendo la memoria anual de la fundación, lo primero que se lee es una visión: ‘restaurar el equilibrio crítico entre las personas y la naturaleza dentro de una generación’. ¿Cómo casa eso con un crecimiento como el suyo?
R. No es contradictorio y llevamos años trabajando en eso. Tenemos ya dos buques alimentados por gas natural licuado, que es el combustible de transición más limpio posible, aunque me obsesiona seguir mejorando en este aspecto. Nuestra gente de I+D está desarrollando una serie de conceptos enfocados en la sostenibilidad impensables hace muy pocos años y estos están a la vuelta de la esquina.
Nuestras familias vienen del mar, son del mar. Lo queremos, respetamos y no vamos a tirarnos piedras en nuestro propio tejado. En un futuro próximo estaríamos hablando de dar paso al hidrogeno y a las baterías de litio. También estamos hablando de biofuel, aunque es un combustible carísimo y en este caso tenemos que estar alineados con los gobiernos y evitar en inmovilismo.
P. ¿A qué se refiere?
R. Pues a que desde algunas posiciones es muy fácil criticar e intentar vetar, prohibir y ya está. Lo que tenemos que hacer navieras y las personas que detentan poder en diferentes esferas es sentarnos, hablar, buscar soluciones. ¿Quieres combustibles más sostenibles? ¡No me ates de pies y manos y déjame desarrollar la flota! Con eso generaré más demanda de combustible sostenible y con esa demanda se podrán desarrollar razonablemente. Hay que ser verde con propósito. El inmovilismo, el negar por sistema y no dejar desarrollar no lleva a ninguna parte a nadie.
P. ¿Cómo está su empresa en España?
R. No es por decírselo a usted a modo de cortesía. El caso es que sentimos a España como nuestra casa. Allí operamos en 12 puertos diferentes, de los que seis son de embarque. Nuestra división española, MSC Cruceros, está haciendo un trabajo excelente y crecemos a muy buen ritmo allí. Tenemos un especial cariño a Barcelona, donde por fin vamos a tener una terminal propia. Será un edificio muy interesante que hemos encargado al Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill. Hablamos mucho con él y será una construcción singular. Desgraciadamente Bofill nos dejó en 2022 y la construcción queda ahora en manos de su equipo de excelentes colaboradores. Por cierto, nos hace mucha ilusión la celebración de la Copa América en nuestro querido puerto de Barcelona. Tenemos gran interés en ella y en implicarnos en este evento. Espero tener noticias pronto.
P. ¿Qué le diría a alguien escéptico a un crucero?
R. Pues que posiblemente son las mejores vacaciones y en nuestros barcos tienen la mejor relación calidad-precio para esos días o semanas. Con nuestros barcos hemos democratizado una buena experiencia de viaje de alto nivel: los precios han subido: la guerra, la inflación, los costes de tantas cosas… y nosotros, gracias a un soporte financiero muy fuerte de nuestra matriz y una estrategia diversificada según los mercados podemos mantener precios ajustados y una oferta de ocio muy completa.
Por otro lado, el incremento de precios en los hoteles también ha contribuido a que quien se plantee unas vacaciones se decidan ahora por ir de crucero, una opción que antes quizás ni se planteaban. Luego, pasa lo que pasa: una abrumadora mayoría repite y plantea sus siguientes vacaciones a bordo.
P. Democratizar una experiencia de alto nivel suena bien…
R. Mucho. Mire: ¿sabe lo que es un lujo? ¡Nuestro tiempo! Lo tenemos muy ajustado con todas nuestras obligaciones y el de ocio acaba siendo escaso. Por eso es importante no equivocarse cuando se elige como pasar este tiempo. Esa una de nuestras fijaciones y para eso existimos. El objetivo es que cuando se viaja con nosotros se sea feliz y el tiempo sea de calidad. Hay cosas que quizá se pueden recortar: el número de veces que se sale a cenar, el tiempo dedicado a realizar otras actividades… aunque el tiempo de vacaciones es sagrado es cuestión de salud y hasta de equilibrio mental. Las vacaciones existen para disfrutar y para eso estamos nosotros.
P. Dice que el lujo es el tiempo, aunque creo que también lo son el espacio y el servicio. Ustedes han ido sofisticándolo en MSC y ahora entran de lleno en los cruceros de lujo con una nueva compañía.
R. Bien, vamos por partes. Vimos que existía una demanda para un servicio premium a bordo, así que diseñamos espacios específicos para pasajeros que viajan en suites y las cabinas más amplias. Lo fuimos desarrollando en los barcos más modernos y le llamamos Yacht Club, que es lo que vendría a ser un barco dentro de un barco: zonas exclusivas de restauración, salones, servicio de mayordomo, piscina y solárium privados y la acomodación 100% en suites generosas en metros cuadrados.
Un producto premium para pasajeros que, además, pueden disfrutar de toda la oferta del resto del barco. Esta zona tuvo y tiene tal demanda que una y otra vez nos hacían el mismo planteamiento: ¿Y si le dais una vuelta a este servicio premium?
P. …y lo han hecho.
R. Sí. Lo vimos claro: hay un mercado que quiere experimentar el mar de otra manera. Se lo ofreceremos con barcos más pequeños, con tan solo 460 suites y residencias, con lo que a lo sumo viajarán 1.000 personas. Construir una marca de lujo que redefina la experiencia de los cruceros y cree una categoría propia ha sido una visión de mi familia y mía desde hace mucho tiempo.
Nos hemos inspirado en nuestra manera de viajar y de navegar. Se hará de una manera que permita a nuestros huéspedes relajarse, crear recuerdos y apreciar el tiempo en el mar con sus seres queridos. La nueva compañía arrancará en primavera de 2023 y se llama Explora Journeys, que no cruises, porque se trata de viajar, de disfrutarlo. De explorarte a ti mismo durante las vacaciones y salirte de los caminos marcados. Podría hablarle horas de toda la tormenta de ideas que tuvimos para crear esta compañía.
P. Dígame algunas.
R. Algunos ejemplos: iremos a algunos puertos conocidos, aunque una de las claves diferenciales será sorprender con itinerarios siempre nuevos, que no se parezcan al anterior. Siempre en movimiento rumbo a puertos o bahías poco conocidas o exploradas. Pondremos el foco en el talento local, en su artesanía, en la cultura de los lugares a donde llegamos, en su gastronomía y en las tradiciones. Nuestra fijación es dejar una impresión y una huella positiva en los lugares y a las personas que visitamos.
A bordo pasará lo mismo: ponemos el acento en la formación, el bienestar y la diversidad de nuestros tripulantes, que son quienes mejor representan el espíritu de la compañía y quienes darán el mejor de los servicios y experiencias a quienes confíen en nosotros. Hay mucha expectación por el estreno de Explora Journeys, tanta que en muy poco tiempo hemos pasado de un plan de cuatro barcos a proyectar seis que empezarán a navegar entre 2023 y 2028.
Ya se ha decidido que dos de ellos estén alimentados por hidrógeno y el en el diseño de todos, porque serán gemelos, se incorpora un área para el almacenamiento de baterías que permite la futura generación de energía híbrida. Tendremos tecnología de reducción catalítica selectiva que permite una reducción de las emisiones de óxido de nitrógeno en un 90 %. Y serán ‘enchufables’ para evitar las emisiones de CO2 mientras están atracados y además tendrán la certificación RINA Dolphin, que reduce el ruido submarino. No era obligatorio, aunque para nosotros todo esto si lo es. Navegar ha de ser sostenible y estamos en ello. No lo concebimos de otro modo.