Olivier Albahary (8 abril 1983, Versailles) es cofundador y CEO de GlobeSailor, referente internacional en el alquiler de embarcaciones de recreo y cruceros. Es, sin duda, la plataforma perfecta para tomar la tensión a una sociedad que cada vez más apuesta por el mar para pasar sus vacaciones y el tiempo libre.
En España, el chárter toma impulso y su democratización es una realidad. De ello charlamos –y de mucho más– con el responsable de una marca que ofrece una flota de más de 13.000 barcos para alquilar en 180 destinos de todo el mundo.
PREGUNTA. ¿Cuál es la tendencia del mercado chárter actual?
RESPUESTA. Una de las principales tendencias que hemos registrado es el aumento de reservas con skipper sobre todo en los alquileres de catamarán donde ya representan el 46%. Un nuevo tipo de cliente que descubre la navegación a través de su primer alquiler y que, por lo tanto, necesita más información en cuanto al funcionamiento. Gastos extras, check-in, check-out, zonas de amarre… son detalles a los que un cliente antiguo ya estaba acostumbrado pero que resultan del todo nuevas a los que prueban esta experiencia por primera vez. Esto hace que cada vez sea más importante, no solo el asesoramiento inicial del cliente, sino también su seguimiento más allá del momento de la reserva.
En GlobeSailor nos hemos adecuado a esta tendencia evolucionando nuestro modelo al de una agencia de viajes. Porque el cliente actual es novato de la navegación, pero también es mucho más exigente. A menudo pide un servicio completo que, a parte de tripulación, incluya vuelos, transfer y excursiones en tierra.
Otra tendencia ha sido la incertidumbre. La inestabilidad económica y política ha retrasado (si no cancelado en algunos casos) el proyecto de navegación de muchos clientes que se han sentido más inseguros a la hora de viajar.
P. ¿Por qué cree que ha aumentado notablemente las reservas de embarcaciones con tripulación?
R. Los clientes que están alquilando barcos con tripulación son personas que todavía no tienen titulación para gobernar ellos mismo el barco, pero quieren probar nuevas experiencias para disfrutar de su tiempo libre e incorporar la navegación de recreo entre sus planes de vacaciones.
Otro factor ha sido debido al aumento del interés hacia el alquiler de catamaranes que estamos registrando desde hace ya unos años en GlobeSailor, embarcaciones de mayor tamaño que suelen alquilar grupos más grandes y que requieren de una titulación más exigente de la que disponen menos aficionados, que en este caso optan por alquilar con skipper. Hay que pensar que los barcos que cada vez son más grandes y técnicos y a menudo se hace complicado navegar con ellos incluso para las personas con licencia.
Otra razón es debida a las ganas de desconexión de muchos clientes que, a pesar de tener licencia, han preferido optar por una navegación en relax sin tener que pensar a gobernar un barco. O a los clientes que han viajado a destinos nuevos y han preferido dejarse guiar por un skipper de la zona.
Cabe destacar el crecimiento del interés hacía el crucero. Se trata de una experiencia de navegación accesible donde el cliente alquila una cabina en un determinado barco (ya sea un velero, un catamarán o una goleta) y lo tiene todo organizado: tripulación, comidas e incluso itinerarios. Las ventajas de este tipo de experiencia son muchas y todas ayudan sin duda a que más gente se acerce a la navegación.
P. Hablemos de la sostenibilidad. ¿Hacia dónde se dirige el mercado?
R. La preocupación por el respeto al medio ambiente que, hoy en día, está trascendiendo a todos los sectores, empresas, personas y actividades, no es una excepción en el sector del turismo náutico donde las agencias tienen un rol muy importante como formador y sensibilizador. Desde GlobeSailor lanzamos diferentes proyectos de sensibilización guiados por nuestro responsable RSC Emeric, como por ejemplo talleres de sensibilización medioambiental que se traducen en artículos de blog y otras acciones que llegan directamente a nuestro seguidores y clientes a través de nuestros canales.
Pero el verdadero movimiento hacía la sostenibilidad está en el desarrollo del producto: materiales, tecnología… y viene de la mano de la industria. Astilleros y fabricantes están trabajando para hacer que los barcos sean cada día más sostenibles: la incorporación de materiales reciclados, la utilización de productos sostenibles y resinas ecológicas, el diseño de cascos más eficientes y el desarrollo de sistemas de propulsión más respetuosos con el medio ambiente son los ejes principales.
Empezando por los sistemas de propulsión eléctricos, de hidrógeno, híbridos… sin duda el futuro de las embarcaciones tendrá un aspecto muy diferente que transformará tanto la embarcación en sí como la forma de navegar.
P. ¿Cuáles son los motivos principales que atraen al público al mundo del mar y los barcos?
R. Navegar es una experiencia única y actualmente es muy accesible. Alquilando un barco, además de compartir la experiencia y el tiempo libre, se comparten gastos y tienes alojamiento a la vez que medio de transporte. Además, es muy práctico poder desplazarse por mar entre diferentes puntos en los que ir recalando y acceder a parajes marítimos y calas recónditas, a los que solo se puede llegar en barco.
Hay también otros atractivos relacionados con el mundo de los barcos que trasciende al disfrute del ocio. La vela, sin ir más lejos, como actividad deportiva es tremendamente atractiva para los niños en cuya práctica adquieren valores muy importantes en su futuro.
Recuerdo un cliente que un día nos comentó algo muy cierto y es que sus vacaciones preferidas en familia eran en barco porque esta modalidad le permitía poder pasar unos días de verdadera unión con sus hijos adolescentes, normalmente acostumbrados a escaparse con sus amigos a la primera ocasión. Estar en un barco rompe nuestras rutinas reduciendo el estrés y favoreciendo el crear nuevas conexiones más saludables entre los miembros de una familia.
P. ¿Se está democratizando esta opción de viaje?
R. Sin duda hoy en día hay una oferta muy variada de barcos para navegar según el presupuesto y necesidades de cada uno. Navegar es un plan de vacaciones mucho más accesible de lo que se puede pensar. Si pensamos en un velero de 4 cabinas, por ejemplo: un alquiler medio está en 2.000 euros, un servicio de skipper en 1.000 euros, el presupuesto se puede quedar en unos 750 euros por cabeza la semana. Un precio accesible si tenemos en cuenta que esto cubre tanto el transporte como el alojamiento.
Otro aspecto de esa democratización tiene mucho que ver con las nuevas tecnologías y con el hecho de poder acceder más fácilmente que hace unos años a eventos náuticos incluso en streaming.
Hay que admitir que en España la democratización de la náutica está siendo más lenta que en Francia, por poner un ejemplo cercano, pero la pandemia ha tenido estos «efectos secundarios positivos» de disparar el interés en la navegación de recreo en un mercado como el español que tradicionalmente lo consideraba una actividad de nicho. Otros factores interesantes que ayudarán a impulsar el sector y a los que miramos con mucho optimismo, son eventos como la American Cup 2024 que darán a Barcelona gran protagonismo.
P. ¿Cómo es el cliente? ¿Viene en pareja, con amigos, en familia?
R. El cliente más común es aquel que alquila un barco para pasar un tiempo de calidad con familia o amigos sobre todo en las temporadas altas como verano y vacaciones. Fuera de temporada tenemos más clientes que navegan solo en pareja, tanto en destinos nacionales como internacionales (Caribe por ejemplo u otros destinos exoticos).
P. En cuanto a gastos, cuál es el promedio por cliente y durante cuánto tiempo alquilan el servicio.
R. En el mercado español (sin contar a los países latinoamericanos que normalmente están englobados a este mercado) el precio medio de alquiler es alrededor de 4.000 euros. En GlobeSailor estamos especializados en alquileres de larga duración con lo cual nuestros clientes suelen alquilar una semana.
P. ¿Qué tipo de barco es el más demandado?
R. El velero sigue siendo el barco más demandado, pero el catamarán gana cada vez más adeptos tanto en España como en los demás países en los que trabajamos.