Biblioteca Nautik

Los cinco libros que debes leer sobre la primera circunnavegación del mundo

Esta semana en nuestra Biblioteca, homenaje al V Centenario de la gesta de Magallanes y Elcano

La expedición de Magallanes y Elcano, que lograron la primera circunnavegación del mundo hace 500 años, ha inspirado a numerosos escritores y amantes de la historia a plasmar mil y un detalles de la aventura. Realidades, ficciones y fantasías se unen, en multitud de ocasiones, en los libros de nuestra Biblioteca Nautik. Esta vez no iba a ser menos.

Por eso, reunimos en esta selección, cinco libros que debes leer sí o sí sobre la primera circunnavegación del mundo. Si te gusta la historia y las gestas heroicas, toma nota.

‘Bajo la Cruz del Sur’, de Patricia Cerda

La primera circunnavegación del globo agregó una nueva dimensión a la historia de la Humanidad. A partir de entonces, los hombres y mujeres no estarían más aislados y el mapa avanzaría hasta armarse completo a lo que conocemos hoy. A partir de los nuevos descubrimientos realizados en la travesía liderada por Hernando de Magallanes, el mundo cambiaría por completo.

Con una mirada nueva, en esta novela Patricia Cerda no repite la perspectiva heroica y reconstruye –con implacable realismo– la dureza de la vida a bordo de las antiguas naves de conquista, la mentalidad de los hombres de la Armada del Moluco y, también, la reproducción de sus deseos y ambiciones ante esas tierras incógnitas que juraron conquistar en nombre de Dios y del Rey.

Una novela histórica reconstruida a partir de diversas crónicas convertidas en un relato ameno, que sirve de reflexión sobre los motivos universales que nos mueven. 500 después de aquella hazaña, Bajo la cruz del sur muestra luces y sombras de la expansión de la cultura occidental sobre el planeta.

‘Cuando España cambió el rumbo’, de José Chamorro

En 1492, Cristóbal Colón llega a un Nuevo Mundo y se produce el primer encuentro entre dos civilizaciones. En 1522, Juan Sebastián Elcano vuelve de la primera vuelta al mundo. Estos 30 años han sido, posiblemente, los más importantes del Descubrimiento, ya que, además del hallazgo de islas dispersas por el Caribe, se llega a Tierra Firme (Continente Americano); se explora toda la costa este; se descubre Brasil, el Amazonas, el Orinoco, el Río de la Plata; Vasco Núñez de Balboa llega a la Mar del Sur (Océano Pacífico también llamado Lago Español) y Juan Ponce León a Norteamérica; Hernán Cortés se encuentra con Moctezuma y conquista México, y finalmente Magallanes inicia la primera vuelta al mundo que finaliza Juan Sebastián Elcano en 1522.

En estos primeros años se inician los primeros problemas y enfrentamientos entre las dos civilizaciones. Chamorro, realizando una recopilación de los textos, crónicas y documentos, devuelve y pone en las manos del lector los principales escritos sobre los momentos cruciales con los principales participantes en estos impresionantes 30 años, para que pueda conocer de primera mano cómo se gestó y culminó una de las épocas más fascinantes de nuestro país.

‘Lluvia de almendras’, de Guillermo Sánchez

Lisboa, 1514. Reinaldo Duarte se siente atraído por el aroma y el valor de las especias que llegan en galeones a la desembocadura del río Tajo y terminan en la herboristería de maese Queirós, donde trabaja como aprendiz. Gracias a la relación de Queirós con Francisco Serrano y Hernando de Magallanes, sabrá de la existencia de las islas Molucas, a cuya isla de Tidore llega en 1519 para negociar con el clavo que se cultiva en las laderas del Kiematabu y donde acabará enamorado de la princesa Moluquia, que le invita a creer que ha encontrado su lugar en el mundo.

Con el telón de fondo de la primera circunnavegación del mundo, encabezada por Magallanes y culminada por Elcano, Lluvia de almendras es una bella novela en la que se relata el enfrentamiento entre España y Portugal en la llamada «guerra de las antípodas», uno de los episodios menos conocidos de la historia de la península ibérica.

‘La primera vuelta al mundo’, de Agustín Rodríguez

Para dar la vuelta al mundo fue necesario que a lo largo de siglos, con avances y retrocesos, sabios de épocas y culturas muy distintas convinieran en que el mundo era más o menos esférico, que era limitado, que la mayor parte de su superficie era líquida y se podía navegar por ella, que se podía navegar con otras referencias que las del relieve terrestre, por medio de instrumentos o de la observación de los astros. Y aún fue necesario que se inventaran buques que pudieran navegar por esas aguas, que se desarrollase la cartografía para comunicar a otros como llegar y cómo eran los lugares descubiertos. Y hubo que vencer los supersticiosos temores a «mares tenebrosos», «islas de los muertos» y monstruos terroríficos o amenazas de toda índole y, por supuesto, a la cerrazón de los que creían que todo aquello era alterar el orden natural de las cosas.

Solo los portugueses y los españoles cumplían suficientes condiciones para afrontar el reto por primera vez. Al servicio de la Monarquía Hispánica, el portugués Magallanes y el español Juan Sebastián Elcano, responsable del derrotero final de la nao Victoria, fueron quienes culminaron el desafío secular. El lector comprobará en estas páginas que la hazaña de dar la vuelta al mundo empezó mucho antes que Magallanes, al menos desde Colón, y que solo se concluyó con el tornaviaje de Urdaneta, más de setenta años después.

‘La ruta infinita’, de José Calvo

El 10 de agosto de 1519 partía del sevillano muelle de las Mulas una flota compuesta por cinco naves (la Trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Victoria y la Santiago) dirigida por el experimentado navegante portugués Fernando de Magallanes, que había tenido el empeño y la tenacidad de hacer realidad su proyecto para buscar un paso entre el Atlántico y el mar del Sur. Tras permanecer cuarenta días en la desembocadura del Guadalquivir, frente a Sanlúcar de Barrameda, salieron a mar abierta.

Tres años después, solo una de ellas, la Victoria, con el velamen destrozado y una menguada tripulación de dieciocho hombres hambrientos y agotados, llegaba al puerto sevillano ante la atónita mirada de una multitud que se apiñaba en el Arenal y llenaba las riberas del Guadalquivir. Al mando de la nao estaba el vasco Juan Sebastián Elcano. Las calamidades y contratiempos sufridos eran incontables, pero habían encontrado un paso para llegar al mar del Sur, a las islas de las Especias, y dado la primera vuelta al mundo…

Calvo Poyato llevará al lector a Lisboa, donde se están construyendo la Torre de Belém y el monasterio de los Jerónimos, y en la cual Magallanes da forma a sus sospechas. También viajará a Sevilla, una ciudad en la que se siguen con pasión los viajes a las Indias, y a la corte de un jovencísimo Carlos I, donde se multiplican las intrigas cortesanas y los intentos de frustrar la expedición que protagonizará la gran aventura de viajar alrededor de la Tierra a través de mares desconocidos y hacer frente a los peligros en tierra firme. Un hecho tan grandioso como poco conocido, en sus más jugosos detalles y secretos, que merece la pena recordar.

En el V Centenario de una de las más grandes gestas de la historia de la humanidad, con su impecable estilo y habitual rigor histórico, Calvo Poyato nos desvela en La Ruta Infinita la historia de esa aventura que fue algo más que la Primera Vuelta al Mundo.

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