Estoy obsesionado por la velocidad, el sonido y la pura magia de la ingeniería de los veleros hidroala desde que escribí sobre Hydroptère volando por encima de las olas a mediados de la década de 1990 en mi glorioso primer trabajo como editor junior en una revista de vela estadounidense. Fui el primero en aplaudir cuando la America’s Cup adoptó los diseños hidroala para el America’s Cup Match de 2013 y no me arrepiento.
Hoy, soy un fan total de SailGP porque es una liga de regatas con visión de futuro que lleva tres temporadas enfrentando a una potente flota de catamaranes hidroala de altísimo rendimiento que pueden alcanzar velocidades de más de 50 millas por hora en lugares locos por la vela como San Francisco, Chicago, Bermudas y muchos otros destinos de todo el mundo. Y todos ustedes saben cuánto me gusta lo que están haciendo los ‘cerebritos’ de Candela con su lancha hidroala C-8 de alta velocidad, largo alcance y propulsión totalmente eléctrica.
Así que, cuando Internet empezó a iluminarse con imágenes de un superyate hidroala de 242 pies (73,7 metros) de eslora y color naranja brillante del estudio de diseño Lazzarini, me sentí impresionado e inspirado. Y es que las representaciones artísticas de un superyate similar a una nave espacial que puede «volar» sobre hidroalas por encima de las olas que el diseñador italiano Pierpaolo Lazzarini y su equipo han imaginado hablan por sí solas.
Seré el primero en recordarles que, gracias a los sofisticados programas de diseño y a la potencia cada vez mayor de los ordenadores, es mucho más fácil visualizar un yate conceptual como este que construirlo. Pero, ¡no me importa!
Lazzarini y otros diseñadores que siguen superando los límites de lo posible aportan la chispa esencial que señala el camino hacia el futuro. Y lo mejor de todo es que la tecnología, la ingeniería, el software y los materiales de alta tecnología necesarios para construir un superyate hidroala de 242 pies de eslora como este pueden no estar tan lejos de lo que uno imagina.
¿Y sabe qué es lo que más podría beneficiarse de la construcción de un diseño como este? El medio ambiente. Sé que parece una locura, pero si se construyera un superyate con un sistema de hidroala hipereficiente capaz de superar la enorme resistencia hidrodinámica a los combustibles fósiles que genera un superyate convencional de 242 pies de eslora, la cantidad de combustible fósil necesaria para el funcionamiento de un superyate podría reducirse en un 60%, 70%, 80% o incluso más. Eso, amigos míos, beneficiará a todos.
Así que deleiten sus ojos con el futuro.
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