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Leonardo Ferragamo triunfa en el Campeonato del Mundo Nautor’s Swan celebrado en Valencia

El propietario del astillero en el que se construyen los considerados “Rolls Royce de mar” patroneaba el “Cuordileone”, ganador en la categoría reina, ClubSwan 50, para veleros de cincuenta pies

El Real Club Náutico de Valencia organizó esta semana pasada las regatas de los Campeonatos del Mundo de monotipos Swan One Design Worlds, una de las más importantes citas de la temporada de regatas que se celebran en verano en el mar Mediterráneo. Treinta y cuatro barcos de quince países diferentes compitieron en tres categorías diferentes –ClubSwan 36, ClubSwan 42 y ClubSwan 50– en el marco excepcional de las aguas del Grao de Valencia, frente a las playas del Saler, de la Garrofera o de la Devesa. 

En la categoría reina, ClubSwan 50, la tripulación del “Cuordileone”, patroneada por Leonardo Ferragamo, se alzó con el triunfo, seguida del “Earlybird” de Hendrik Brandis, y el “Balthasar”, de Louis Balcaen. En la regata del ClubSwan 36, el “Mamao”, de Haakon Lorentzen, logró el primer puesto, seguido, con los mismos puntos, por el “Farstar”, de Lorenzo Mondo, y en tercera posición el “Cuordileone” de esta categoría, dirigido por Edoardo Ferragamo.

En la categoría Club Swan 42 el “Nadir” del español Pedro Vaquer se llevó el título mundial, seguido por el “Selene-Alifax” de Massimo De Campo, completando el podio otro barco que representaba a España en la regata, el “Pez de abril” de José María Meseguer.

Regatas muy especiales

Son varias las características que hacen especiales a estas regatas de monotipos. En primer lugar, la extremada calidad de los barcos, considerados, para decirlo clara y rotundamente, como los Rolls Royce del mar. En segundo lugar, que al ser regatas de veleros de clase única, resulta fácil para el profano saber quien ha ganado la competición, el que cruza primero la meta… Parece de Perogrullo… pero no lo es: en la gran mayoría de regatas compiten barcos de diferentes medidas y categorías, de modo que para decidir el ganador hay que aplicar cálculos de coeficientes y hándicaps con los que “igualar” las diferencias entre unos y otros.

Muchas veces, el que cruza primero la línea imaginaria de meta no resulta ganador (a no ser que lo haga con una suficiencia abrumadora) sino que lo es un barco que entra más tarde, en desventaja inicial por sus características, pero que, pilotado con destreza, puede ser ganador una vez se beneficie de esos cálculos a los que se ha aludido antes. En las regatas ClubSwan, en cambio, todos los veleros que compiten en su categoría son idénticos en pesos y medidas: los de 36 pies (11 metros) compiten entre sí, separados del resto, igual que sucede con los de 42 pies (12,80 metros) o con los de 50 (15,24).

Finalmente, lo más especial de todo en estas regatas es el planteamiento que las conforma, ya que están pensadas para la diversión de los armadores (propietarios) de los barcos, para quienes se crearon clubes de competición exclusivos en sus regiones geográficas, reuniendo a la comunidad de propietarios de Swan en eventos competitivos según las dimensiones de sus barcos, y aplicando también criterios específicos muy característicos: es obligatorio, por ejemplo, no sólo que el armador forme parte de la tripulación, sino que, además, sea él quien maneje el timón –“la regla del propietario timonel se aplicará siempre, con limitación de profesionales a bordo”, nos ratificó, en una breve charla, Leonardo Ferragamo, propietario del astillero en el que se construyen los barcos–. Así se evita, como sí sucede en otras competiciones náuticas, que el triunfo se dirima entre tripulaciones ultra profesionalizadas. 

Aquí, los propietarios vienen a disfrutar de sus “juguetes” y este año, incluso, los armadores de la categoría ClubSwan 42 fueron un paso más allá, al decidir que, para competir en sus regatas, las tripulaciones deberían con mujeres, menores de 26 años o miembros directos de una misma familia. Y la regata de Valencia ha sido la primera en la que se ha aplicado esta norma tan particular en esa categoría, en la que la casualidad ha querido que hayan coincidido dos tripulaciones españolas en el podio, las del “Nadir”, capitaneado por Pedro Vaquer, y las del “Pez de abril”, capitaneado por José María Meseguer, clasificadas, respectivamente, en primera y tercera posiciones. “En mi caso –explica Pedro Vaquer, el ganador, refiriéndose a esta norma recién creada–, yo llevaba un único profesional entre mis doce tripulantes, entre los que también había dos chicos de quince años, chavales del club náutico del puerto de Andratx. La norma no nos limita el número de tripulantes, sino el peso: no podemos pasar de 900 kilos de tripulación”. 

Pasión por la navegación

Quienes compran un Swan lo que hacen en realidad es cumplir un sueño e incorporarse a un mundo exclusivo en el que la singularidad es la palabra clave. El astillero Oy Nautor AB, fundado en 1966 por Pekka Koskenkylä en la ciudad finlandesa de Jakobstad (Pietarsaari, en finlandés), al norte del golfo de Botnia, en el mar Báltico, no tardó en convertirse en uno de los más prestigiosos del mundo. Y sus barcos, comercializados bajo la marca Nautor’s Swan, se han convertido en sinónimo de embarcaciones fiables, de gran calidad y alto rendimiento: vanguardia tecnológica y de materiales, pero también calidad artesana arraigada en la centenaria tradición naviera finlandesa

En 1998, Leonardo Ferragamo, presidente de la empresa familiar de moda Salvatore Ferragamo y apasionado propietario de varios veleros Nautor’s Swan, adquirió el astillero, que pasaba por dificultades económicas. Bajo su gestión directa, la empresa no sólo ha mantenido los estándares de calidad y exquisitez que ya la caracterizaban, sino que la ha hecho crecer, sofisticando aún más sus diseños de elegancia atemporal, tarea en la que se implica personalmente. 

Antes de las últimas regatas, que terminarían dándole el triunfo al “Cuordileone”, el barco patroneado por el señor Ferragamo en la categoría Club Swan 50, en un breve encuentro que tuvo lugar en las instalaciones del Real Club Náutico de Valencia, este comentó que “sentía tanto respeto por lo que se había construido hasta entonces que me cuidé mucho de cambiar las cosas. Y una de las cosas que más respeté es la identidad de Swan; es decir, hay algo tan magnífico en un Swan que se puede decir que es un Swan desde lejos, sólo por el estilo, el aspecto, etc.

Su capacidad de crear equilibrio entre rendimiento, elegancia y una extraordinaria fiabilidad nos ponía límite a las cosas que podíamos hacer para mantener esa identidad. Y cuando quisimos hacer cosas que podían ser más extremas y, a veces, diferentes, optamos por hacerlo bajo la marca del club. El Club Swan nos ha permitido realizar algunos proyectos especiales, como el Club Swan 125, que es un barco increíble, increíble, que lanzamos en 2021. O el barco que se acaba de lanzar, el Club Swan 80, que es una máquina de carreras, pero con interiores maravillosos, elegantes y minimalistas, que pueden acomodar fácilmente a seis invitados, ofreciendo una experiencia divertida pero, al mismo tiempo, confortable”.

Una de esas novedades que se presentaron también en el transcurso de las regatas fue el Swan Shadow, la primera lancha motora comercializada por Nautor’s Swan, un auténtico bólido provisto de tres motores fuera borda que ofrecen una potencia total que va desde los 675 a los 1.050 CV, y velocidades máximas, respectivamente, de 37 a 55 nudos (de 68,52 a 101,86 km/h).

“Tengo que decir que a lo largo de los años nos han pedido en varias ocasiones que creáramos una lancha motora –explicó el señor Ferragamo–, y siempre nos negábamos porque queríamos estar realmente seguros de que cuando entráramos en el terreno de las motoras, estaríamos añadiendo valores a esta categoría. El Swan Shadow se gestó durante la pandemia. Me involucré personalmente en el diseño del Swan Shadow y cuanto más me involucraba, más me venía la pasión y el impulso para ser creativo. Creo que el Swan Shadow representa el ADN de Swan, en el sentido de que es muy, muy elegante. Tiene una identidad propia. No hay todavía muchos en el agua, pero es diferente a cualquier otro barco que esté en el mercado. Se inspira en algunos otros actuales, pero es único en su especie. Desde luego, no íbamos a hacer algo que no fuera más que otro barco de motor. Pero también debo decir que no somos nadie en el mundo de las motoras: nuestra credibilidad está en la vela. Tenemos que entrar en esto con el respeto que tanta gente, mucho más conocedora del sector, merece. Por eso decidimos que el Swan Shadow fuera un barco pequeño y no uno grande para que sirva también de elemento de conexión con un yate de vela. Es tu barco ‘sombra’, tu barco auxiliar. Pero el hecho de que fuera recibido tan bien nos está dando el impulso para crear una hermana mayor del Swan Shadow, que vamos a presentar en otoño: un 42 pies a motor”.

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