
Cádiz se prepara para acoger los días 24 y 25 de septiembre un nuevo gran premio de la SailGP, la competición de catamaranes capaces de alcanzar los 100 kilómetros por hora. Los nueve equipos implicados se pondrán manos a la obra para hacer vibrar a toda la costa gaditana, que ya disfrutó el año pasado con la presencia de más de 35.000 espectadores.
El equipo español, 100 % olímpico, está formado por deportistas de élite y es la escuadra más joven de la competición. Cuenta con dos medallistas olímpicos en sus filas como son Jordi Xammar y Joan Cardona; acompañados por Paula Barceló, Florian Trittel, Diego Botin –todos ellos diploma olímpico en Tokyo 2020–, Joel Rodríguez y Jake Lilley además de Nora Brugman, María Cantero y Nicole van der Velden, que aportan con otras labores internas.
A los mandos de todos ellos, la CEO de la SailGP en España, María del Mar Ros. Con ella hablamos ante esta cita, considerada como la ‘Fórmula 1′ del mar. Ros, es una apasionada del mundo marítimo. Lo lleva en los genes, desde siempre. Su padre es abogado marítimo y ya la fue introduciendo en este mundo, del que no se separa.
Estuvo a punto de participar en varios Juegos Olímpicos «pero decidí estudiar y no lo hice, así que siempre se me quedó la espinita de poder hacer algo más con la vela. Luego, conocí a Jordi Xammar, que me presentó este proyecto tan apasionante que tenía y aquí estoy». Y es que con el deportista catalán forman un tándem de éxito, impulsado «Spanish Impulse» y llevando los colores de España por todo el mundo gracias a la SailGP.
Ahora, llega Cádiz: «Es el segundo año que se hace en Cádiz y, además, acabamos de anunciar que vamos a renovar dos años más y con posibilidad de otros dos más, o sea, cuatro en total. Estamos emocionados. Hablaba con Jordi y esto de jugar en casa te pone hormiguitas en el estómago y, sobre todo, en Cádiz, porque todo el mundo se vuelca. El año pasado, nuestro CEO Russell Coutts, que ha ganado cinco veces la Copa América, medalla de oro en Juegos Olímpicos y que ha hecho muchas regatas, dijo que esto había sido inigualable. El año pasado fue muy especial».
Aunque intentarán hacer un buen resultado en aguas españolas, la rivalidad es tremendamente alta y actualmente los españoles ocupan la penúltima posición de la tabla con 15 puntos. Pese a ello, Ros explica que la temporada «cada vez va a mejor. Somos un equipo muy joven, con mucha experiencia en temas olímpicos, de hecho son todos olímpicos, pero no experiencia en vela profesional. Entonces, en cada evento estamos creciendo y dando pasos agigantados».
Los resultados, detalla, «no muestran lo buen equipo que somos. Es verdad que hemos perdido mucha comba porque por mucho que hiciéramos en un primero, no pasaríamos de donde estamos. Ahora estamos octavos, de nueve, y por puntos no nos daría salvo que a alguien le quite muchos puntos de la liga, pero nos va a costar un poco remontar. Pero estoy convencida de que en tres o cuatro eventos va a mejorar, la progresión es muy buena».
Estamos hablando, de hecho, de una competición donde prima «la pericia del atleta». Que todas las embarcaciones sean iguales «ayuda a entenderlo, aquí todo el mundo tiene lo mismo. El año pasado, cuando se decidió hacer una vela más pequeña donde hay mucho viento y vela más grande en las ciudades donde hay poco viento vamos todos igual. O como en el tema de los foils, que vamos a hacer uno en forma de T y todos son iguales».
Pero, ¿de qué depende que se incorpore una tecnología u otra?: «Se habla mucho con los pilotos y con los sailors en general. Ellos son los que van sugiriendo mejoras, tanto en el barco como en la distribución de los roles. Ahora, nosotros hemos sugerido que la chica, que está en la posición de táctico, sea ella la que lleve todo el tema del botón de protestas (que se utiliza cuando hay un conflicto con otro barco). O, por ejemplo, ponerles una pantalla para que ella pueda verlo todo mejor. Son pequeñas cosas que hacen que se distribuyan mejor los roles y que cada uno mejore su rendimiento. Al final, todos son iguales. Si no es para todos, no se cambia», explica María del Mar Ros.

Patrocinios para seguir sobreviviendo
Como en toda competición, la inversión es parte principal para que todo vaya sobre ruedas. En este caso no lo es menos. En eso, Cádiz tiene mucho que decir: es el escaparate perfecto para captar patrocinadores para el equipo español. Ros lo sabe bien y destaca que después del año pasado «se notó que hubo más empresas a las que estamos tocando. Este año, estamos previendo lo mismo y se suma que varios directores generales de compañías importantes van a venir a verlo. En ese sentido, estamos muy contentos con la aceptación que va teniendo y ya empieza a haber compañías que directamente te llaman».
La permanencia de nuestro país en esta competición depende, de hecho, de los sponsors: «Necesitamos sponsors. Es un tema serio porque la competición está creciendo tanto que hay muchos países que quieren entrar. Nosotros tuvimos la suerte de ser de los primeros y es verdad que construir un equipo desde cero es complicado, pero es verdad que hay países que quieren entrar y quieren hacerlo a golpe de talonario. En principio, el plan de SailGP es ir incorporando un país cada año porque tardas más o menos en construir un F50 unos 6 meses, pero si dos o tres países de repente sacan el talonario y entran, sí que podría ocurrir que nos cayéramos».
Aunque este deporte todavía no es de masas, aspira a ello. Aún hace falta «ese ‘click’ para que seamos más conocidos. Los números lo dicen, vamos en la buena ascensión, pero faltaría un conjunto más de masa crítica y que más gente se apasione». Y es que hablamos de una competición «muy entretenida», subraya la CEO del equipo español. «Recuerdo el año pasado a las señoras que se sientan en el paseo a verlo». Este año, seguro, volverá a pasar.