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Así es el tratado para salvaguardar las aguas internacionales

El objetivo es proteger el 30% del alta mar para finales de esta década

Un tiburón ballena (Rhincodon typus) visto en el Golfo de Tadjourah, Yibuti, Océano Índico. Los tiburones ballena son la especie de pez más grande que existe en la actualidad y son endémicos. Se alimentan de plancton y recorren grandes distancias. (Foto de Alexis Rosenfeld/Getty Images). IMÁGENES GETTY

Tras más de una década de negociaciones, las naciones han alcanzado un acuerdo histórico sobre el texto final de un tratado para proteger el 30% del alta mar para 2030.

El alta mar abarca aproximadamente dos tercios de los océanos del mundo. Estas aguas internacionales están fuera de la jurisdicción de cualquier nación, pero todos los países tienen derecho a pescar, utilizar las rutas marítimas y realizar investigaciones.

El último acuerdo internacional sobre alta mar se remonta a 1982, cuando se adoptó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), que establece normas para regular el uso de los océanos y los recursos marinos.

Pero en la actualidad sólo algo más del 1% del alta mar está protegida, lo que pone cada vez más en peligro la vida marina por la sobrepesca, la contaminación, el cambio climático y los golpes de los barcos.

Según la última evaluación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la actividad humana insostenible está «diezmando la vida marina en todo el planeta». El informe cita ejemplos de especies en peligro de extinción, desde el dugongo al abalón pasando por los corales: en total, cerca del 10% de los 17.903 animales y plantas marinos evaluados.

Ciertas poblaciones de dugongos, grandes mamíferos marinos herbívoros, entraron en la Lista Roja de la UICN como amenazadas de extinción. (Foto de Matthieu Juncker/Xinhua vía Getty Images. AGENCIA DE NOTICIAS XINHUA VÍA GETTY IMAGES

La sobrepesca y la contaminación son las principales amenazas, pero el cambio climático afecta al menos al 41% de las especies marinas amenazadas, según el informe.

El objetivo del tratado recién acordado es proteger el 30% del alta mar para finales de esta década. Cuando por fin los delegados llegaron a un acuerdo tras casi dos días de negociaciones ininterrumpidas en la Conferencia Intergubernamental sobre la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales (BBNJ), la presidenta de Singapur, Rena Lee, abrió la sesión plenaria de clausura con las palabras «el barco ha llegado a la orilla».

Rena Lee, embajadora de los océanos del mundo. (Foto de KENA BETANCUR/AFP vía Getty Images). AFP VÍA GETTY IMAGES

Los principales puntos de fricción a la hora de alcanzar un acuerdo incluían opiniones divergentes sobre el reparto equitativo de los recursos genéticos marinos, es decir, cualquier material biológico procedente de plantas y animales marinos que pueda utilizarse como fármaco o alimento. Otras cuestiones fueron la exigencia de evaluaciones medioambientales de las actividades en aguas profundas, como la minería, y la definición exacta del grado de protección de las zonas marinas.

Los grupos ecologistas y los activistas llevan mucho tiempo pidiendo un tratado mundial sobre los océanos sólido para dar a los ecosistemas marinos la oportunidad de recuperarse. Una petición de Greenpeace reunió más de cinco millones de firmas de 157 países y fue entregada al inicio de las negociaciones por la actriz estadounidense Jane Fonda.

La actriz estadounidense Jane Fonda (derecha) junto con Anta Diouf (centro), activista y presidenta de las mujeres procesadoras de pescado de Mballing, Senegal, entregando una petición organizada por Greenpeace a Rena Lee. (Foto de KENA BETANCUR/AFP vía Getty Images). AFP VÍA GETTY IMAGES

A pesar del acuerdo sobre la redacción final, el tratado aún tendrá que ser adoptado formalmente en una sesión posterior y sólo entrará en vigor una vez que un número suficiente de países lo hayan aprobado legalmente en sus propias jurisdicciones.

No obstante, Ellie Hooper, responsable de campañas de Greenpeace Aotearoa, elogió el acuerdo como un «día histórico para la conservación y una señal de que, en un mundo dividido, la protección de la naturaleza y de las personas puede triunfar sobre la geopolítica».

La High Ambition Coalition (Coalición de Alta Ambición), que incluye a Nueva Zelanda, la UE, EE.UU., el Reino Unido y China, fueron actores clave en la negociación del acuerdo, mostrando su voluntad de buscar un compromiso constructivo en los últimos días de conversaciones, construyendo coaliciones en lugar de sembrar la división, afirma.

«Elogiamos a los países por buscar compromisos, dejar a un lado las diferencias y lograr un tratado que nos permitirá proteger los océanos, aumentar nuestra resistencia al cambio climático y salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia de miles de millones de personas».

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